El carnaval blasfemo de las Canarias

El Presidente de la Federación Islámica de Canarias -Imán Tijani El Bouji- ha dicho lo que todos pensamos sobre la repugnante perfomance acaecida en las -ahora llamadas- Islas Desafortunadas: "No quiero ni imaginar que se hiciese algo así con Mahoma. Los musulmanes no aguantaríamos un ataque como el de Drag Sethlas"

Pues tiene razón...como musulmán que es. Si yo sintiera en mi mente y en mi corazón la fe musulmana como siento la fe cristiana, y ese "drag" hubiera hecho esa grotesca burla sobre Mahoma o el Corán, estoy convencido de que ese mismo día hubiera cogido un vuelo a Canarias para aplicar la justicia musulmana -la que aparece en el Corán aplicada a los blasfemos e idólatras-, con la certeza de que, independientemente de lo que a mí me sucediera, me ganaría el sensual cielo de los musulmanes.

Pero como soy cristiano en mi mente y en mi corazón, la venganza, aunque sea casi inevitablemente el primero de los impulsos que aparece, la debo rechazar de plano y sin contemplaciones, recordando que Nuestro Señor, mientras era crucificado, rogó por sus enemigos. Y sabiendo, además, que, aun movida por el celo de la fe, la venganza es incompatible con la salvación de Cristo.

Porque la venganza frente a los que han obrado el mal sólo corresponde a Dios, que dijo: "Mía es la venganza, yo pagaré" (Rm. 12,19). Y esa -la que espera a quienes no se arrepintieron de sus ofensas y blasfemias- es infinitamente más terrorífica que la que pudiera practicar el musulmán más fanático de la tierra.

"De Dios no se burla nadie" (Gal. 6,7)